La AIJ es la enfermedad reumática más frecuente en niños caracterizada por dolor e inflamación de pocas articulaciones (AIJ oligoarticular), numerosas articulaciones (AIJ poliarticular), o bien asociada a la afectación de otros órganos (AIJ sistémica). Es de etiología desconocida, y suele comenzar antes de los 16 años, por lo que además de provocar trastornos en la calidad de vida de los niños, también puede hacerlo en su desarrollo, ya que la inflamación puede repercutir en su crecimiento, al estimular el cierre rápido y prematuro del cartílago de crecimiento y provocar un acortamiento óseo.

Su tratamiento requiere un abordaje multidisciplinar con un seguimiento estrecho por parte, entre otros, del pediatra y reumatólogo. El principal objetivo del tratamiento es frenar la inflamación, o al menos, aliviar el dolor y dar una mejor calidad de vida al paciente, mediante tratamiento farmacológico y ayuda fisioterapéutica y psicológica.